he perdido, además de la Vida, las cuentas que cuántos blogs he yo creado. con dos de ellos me detuve con 99 textos. no he querido llegar al 100 en ninguno de ellos. parecería ridículo de mi parte sostener algún tipo de creencia en cualquier cosa que pueda seguir existiendo en ese éter que ya.. que ya ha sido. ahora sí que el Todo es irreal.
me he terminado y también me parece ridículo seguir conjugando o escribiendo. parece ridículo que aún haya un cuerpo físico en ausencia del alma. ¿estoy aquí posta, arrancando un blog más? a ver si estos dedos flacos volverán a acceder a esta dirección para danzar palabras una y varias veces más.. a ver si esta cintura mal tocada volverá a sostener esa parte superior formada sobre todo por este pecho compuesto sólo por huesos pesados y órganos repletos de química y azúcar.
no puedo evitar a los planetas. vaya banda sonora para esto que me pasa (forzando el uso de ese pronombre personal, obviamente, lo que parece ser la tercera cosa ridícula de hoy por el hecho de que no haya más un yo).
soy tú. tú no eres yo. no puedo evitar no ser tú. no se ha podido evitar que tú no seas yo.
sí, existen un hostel, una familia, un subte, una rama de zanahoria en la terraza - esa que se hubiera convertido en comida si no me hubiesen faltado las ganas de cocinar el alguna de estas cuantas semanas pasadas; sí que existen destinos lejanos que virtualmente todavía podrían sufrirme. sí, que todavía podrías tú sufrirme. sin embargo, después de perderme la Vida, todo será literatura personal como, sinceramente, siempre ha parecido ser desde siempre; digo, desde que haya existido un yo. pero hoy no hay tiempo. no hay ni tú ni yo.
y ni siquiera he podido morirme..
y ni siquiera he podido morirme..
